Existe un bello y mágico momento durante las vísperas navideñas: cuando tienes que escoger a ese pavo que cocinarás para la cena (llamémosle pavo a la presunta pareja o víctima sexual; y cocinar, al acto de seducirlo para llevártelo a la cama).
Primero, hay que buscar en el súper mercado (por decirle de alguna forma) tu pavo ideal; tomando en cuenta que tenga ciertas características importantes: un par de buenas piernas, una rabadilla prominente (que se vea "chabocha") una buena pechuga (que no se vea seca ni desabrida) unas alas fuertes y jugosas, entre otras tantas...
Ya que hiciste una minuciosa selección y encontraste al ideas, pues lo agarras y... véngache pa acá...a preparar la receta secreta de la abuela para que te chupes todos tus deditos, y al pavo no le dejes ni un sólo huesito sin chupar:
•Paso número 1, marinarlo:ya que tienes al pavo que te mereces, de entre los mejores del lugar, pues te lo llevas a tu casa; le empujas unos cuantos alcoholes (al gusto, pero se recomienda algún vinito tinto) hasta que se este en ambiente y la carne esté flojita y cooperando.
•Paso número 2m, inyectarle jugosidad; en muchas recetas se acostumbra “vacunar” al pavo pa’ ablandar su carnita y mejorar su sabor, tu debes hacer lo propio, vacunándolo con unos besotes, en especial en la rabadilla y el espinazo.
•Paso número 4, precalentamiento: Es momento de que pongas tu horno al puro tiro: no debe estar tan caliente porque corres el riesgo de que se te pase y se venga… a cocer de más; ni tampoco tan tibio, por que así jamás se va a cocer y no hay nada peor que un pavo crudo.
•Paso número 5, mételo todo... al horno: Ya con tu horno en su punto más chingón, introduces el pavo. No lo dejes ahí nomás a que se consuma sólo; ayúdalo, muévelo y échale de esa jugosidad tuya para que no se seque. Recuerda que la carne seca no resbala bien cuando la tragas, así que échale ganitas y hartos juguitos pa que resbale “tzapbrotzo”.
•Paso número 6, a rellenarlo: Habrá algunos pavos a los que les va el relleno, y unos a los que no; eso ya depende de los gustos y manías de cada quien, pero si a tu pavo le gusta eso de que le metan mano y le echen y le saquen todo el relleno… pos vas, nomás aguas con que al final el pavo sea de esos que se hornean con el pescuezo dentro… porqué puede que ese pavo no te llene y tengas que quedarte con más hambre de la que traías.
Con esta hermosa y deliciosa receta tendrás unas felices fiestas, y tendrás un buen pavo para aventarte unos cuantos muchos y buenos recalentados… ¡¡¡cheketeteeeetaaaa!!!
Próxima receta: Pierna al hombro, digo al horno… ¡mmmmm… rico!
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